En su primera decisión como primer ministro electo tras un sangriento atentado suicida y con Hamás al mando de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Ehud Olmert optó ayer por la prudencia.

Pese a considerar oficialmente responsable a la ANP del atentado del lunes en Tel- Aviv, en el que murieron nueve personas además del terrorista suicida, el sucesor de Ariel Sharon desestimó la opción de emprender una operación militar contra el Ejecutivo islamista y ordenó intensificar los controles y las restricciones de movimiento de los palestinos y la continuación de los asesinatos selectivos de milicianos.

La medida de mayor calado contra Hamás que Olmert tomó tras reunirse con el ministro de Defensa, Shaul Mofaz, la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, y el titular de Seguridad Interna, Gideon Ezra, fue retirar el estatus de residentes de Jerusalén a los tres diputados electos islamistas en el Parlamento palestino que viven en la parte árabe de la ciudad, que Israel se anexionó en 1967.

TRASLADO A CISJORDANIA Los palestinos de Jerusalén tienen un estatus de ciudadanía que no equivale a la nacionalidad israelí, pero que les da derechos como la sanidad, la residencia en la ciudad y el movimiento dentro de Israel. Los tres diputados deberán abandonar sus casas y mudarse a Cisjordania.

El primer ministro ordenó incrementar la actividad en Gaza y Cisjordania, aunque no trascendieron los detalles de las decisiones tomadas, excepto que se intensificarán los controles y la restricción de movimientos. Israel también continuará con la política de asesinatos selectivos.