El Gobierno de Israel, presionado por EEUU y por la inestable situación del primer ministro palestino, Abu Mazen, estudia liberar a algunos prisioneros de Hamas y de la Yihad Islámica, siempre y cuando no tengan delitos de sangre. El Ejecutivo de Ariel Sharon se plantea también el regreso a Cisjordania de 30 de los palestinos expulsados a la Franja de Gaza tras el asedio de la Basílica de la Natividad, en Belén, en mayo del 2002. Quedan fuera otros 13 exiliados repartidos por Europa.

El regreso de los exiliados de Belén y la liberación de los presos --una de las exigencias de las facciones palestinas para que prospere la tregua-- sería un golpe mediático del que podrían sacar provecho tanto Sharon como Abu Mazen ante EEUU y la opinión pública palestina. Precisamente, el primer ministro palestino anunció ayer que el 25 de julio se entrevistará con el presidente de EEUU, George Bush, en la Casa Blanca para analizar la aplicación de la Hoja de ruta .

MENOS VIOLENCIA

Los palestinos se esforzaban ayer en destacar su papel en la liberación el martes por la noche de un taxista de Jerusalén secuestrado por palestinos y, en general, en el descenso de la violencia desde que empezó la tregua. "En las últimas tres semanas han descendido los ataques en un 99%", declaró el ministro palestino de Asuntos Locales, Saeb Erekat.