Venciendo la resistencia de los partidos ultrarreligiosos, el Consejo de Ministros de Israel aprobó ayer por 14 votos contra 9 la liberación propuesta por el primer ministro, Ariel Sharon, de 540 activistas políticos, 210 de ellos miembros de los grupos fundamentalistas islámicos Hamas y Yihad Islámica. La medida coincidió con el levantamiento de dos barreras de control militar en Cisjordania, en los cruces de Sudra y el de Ein Arik.

La excarcelación fue aprobada poco antes de que Sharon viajara a EEUU, donde el martes se reunirá con George Bush. Ambos atraviesan un momento de distanciamientos entre ellos, a causa de la construcción del muro a lo largo de la línea de demarcación con Cisjordania, por lo que la victoria de Sharon frente a los ministros ultranacionalistas es un gesto de buena voluntad y un esfuerzo por suavizar esa tensión.

Esta es la primera vez que prisioneros de Hamas y de la Yihad Islámica figuran en las listas de los que serán excarcelados y, como los activistas del Frente Popular para la Liberación de Palestina, fueron excluidos en un principio, pese a que no participaron en ataques contra Israel.

Los 540 presos se sumarán a otros 500 cuya liberación ya fue aprobada. El ministro de Justicia israelí, Yosef Lapid, habló ayer por primera vez de una futura liberación de Maruán Barguti. "Si el proceso de paz continúa, podemos contemplar la liberación de dirigentes palestinos como Barguti", afirmó.