Un día después del éxito obtenido por la Autoridad Nacional Palestina en la conferencia de donantes de París, Israel lanzó una operación quirúrgica contra las milicias islamistas responsables de los disparos de mortero desde Gaza. 11 activistas de la Yihad Islámica y dos de Hamás fueron asesinados por los bombardeos de la aviación hebrea, apoyada en tierra por agentes encubiertos de las unidades especiales, según un portavoz israelí.

La Yihad Islámica, que lleva 11 meses sin cometer atentados en Israel, amenazó con una oleada de operaciones suicidas para vengar la muerte de sus milicianos. "En los próximos días responderemos a este crimen intensificando los ataques", afirmó uno de los portavoces.

Entre los muertos está Majed Harazin, considerado como uno de los cerebros de la Yihad en el lanzamiento de cohetes y morteros, además de ser el miliciano de mayor rango asesinado en el último año. Para evitar más bajas, un portavoz de la milicia radical, financiada por Irán, pidió por radio a sus miembros que desconecten los teléfonos móviles y quiten las baterías para no ser localizados por los sistemas electrónicos israelís.

MALESTAR POR LOS QASSAM Israel lleva varios meses amenazando con invadir Gaza para descabezar las células responsables de los Qassam, proyectiles caseros que casi nunca causan víctimas pero perturban la vida de las pueblos judíos cercanos a la franja. Algunos analistas opinan que la ofensiva se retrasa debido al fortalecimiento de las milicias palestinas. Segun varias fuentes, Hamás cuenta con misiles artesanales capaces de alcanzar la ciudad israelí de Ashkelon.

Aun así, la presión en Israel aumenta. El ministro de la Vivienda, Zeev Boim, declaró ayer que su país debería volver a ocupar el corredor Filadelfia, que separa Gaza de Egipto. Por el subsuelo de este trecho de dunas transcurren decenas de túneles empleados por las facciones palestinas para el contrabando de armas y dinero.