Dos días después de que Israel finalizara la evacuación de los colonos judíos de la franja de Gaza, el Ejército hebreo mató ayer a cinco palestinos en una operación militar en la ciudad cisjordana de Tulkarem. Poco después, activistas palestinos dispararon desde el norte de la franja el primer cohete artesanal Qassam desde el inicio del desalojo, que no causó daños.

La operación tenía como objetivo, según fuentes militares, detener a un activista de la Yihad Islámica. Cuando los soldados intentaron arrestar al militante en un café, se inició un tiroteo en el que murieron el sospechoso y cuatro palestinos más, tres de ellos de entre 14 y 17 años. Según fuentes palestinas, uno de los muertos militaba en las Brigadas de Mártires de Al Aqsa y los jóvenes no tenían nada que ver con la resistencia. Las muertes indignaron al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abú Mazen, que acusó a Israel de provocar a los palestinos.