El terror visitó ayer de nuevo, en forma de misil, el campo de refugiados de Rafah. Entre 10 y 15 palestinos murieron cuando un helicóptero israelí disparó un proyectil contra una multitud que se manifestaba contra la incursión militar hebrea en el sur de Gaza. Al menos cuatro de las víctimas eran niños. El incidente culminó una jornada que dejó más de una veintena de fallecidos y otros 70 palestinos heridos.

El campo de refugiados de Rafah se tiñó de sangre. Todo sucedió muy rápido, cuando los manifestantes, congregados ante la mezquita, encararon el camino hacia el barrio de Tel al Sultán, asediado desde el inicio de la operación Arco Iris sobre las Nubes, en la que al menos 100 palestinos han sido detenidos.

Un helicóptero lanzó un misil en medio de la muchedumbre, lo que causó estampidas entre la gente y rostros de terror entre los manifestantes. Algunos cargaban a sus camaradas, muchos a niños ensangrentados, mientras otros huían y buscaban un refugio seguro. Horas antes de esta matanza, otros seis palestinos habían perdido la vida en distintas acciones, entre ellos dos adolescentes.

LA TESIS DEL TANQUE El Ejército israelí anunció que investigaría y, horas después, "lamentó" la muerte de civiles, negó que el misil lanzado desde el helicóptero fuera intencionado y desmintió que fueran cuatro los proyectiles disparados, como aseguraron algunos testigos. La tesis del Ejército israelí es que el proyectil letal fue disparado desde un tanque, pero esta tesis resulta difícil de sostener dadas las imágenes que emitieron las televisiones de todo el mundo en las que se podía ver al helicóptero lanzando el artefacto.

LLAMADA A LA ONU El presidente palestino, Yasir Arafat, apeló una vez más a la protección del pueblo palestino con el "envío de fuerzas internacionales". Arafat denunció los "crímenes atroces" del Ejército israelí en Rafah y pidió al Cuarteto de Madrid (EEUU, Rusia, la UE y la ONU), a los países árabes, al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Organización de la Conferencia Islámica que adopten "las medidas necesarias para hacer frente a estos crímenes". Al Fatah, la organización de Arafat, convocó una huelga general para hoy.

La situación en Gaza se hace cada vez más dramática. Las escasas instalaciones médicas de Rafah no pueden hacer frente a la avalancha de muertos y heridos que, desde el inicio de la operación, no deja de aumentar. Ayer el refrigerador de una granja palestina hizo de morgue. Arafat y su ministro de Sanidad, Jawad Altiebi, declararon el estado de emergencia en los hospitales de la franja de Gaza, donde el saldo de muertes de los últimos dos días asciende ya a 39 y los heridos superan el centenar.

La oposición israelí mandó un mensaje al primer ministro, Ariel Sharon, al condenar categóricamente el ataque.