El israelí Ariel Sharon y el palestino Abu Mazen hablaron en su segunda entrevista cara a cara en Jerusalén de un Estado palestino. Los dos primeros ministros coincidieron en aprobar esa iniciativa que se pondrá por escrito en los próximos días y que se hará pública, probablemente, el 4 de junio durante la cumbre de Aqaba, en Jordania, a la que asistirá el presidente estadounidense, George Bush.

A partir de ahí se prodigaron las divergencias. Sharon ofreció una retirada gradual del Ejército de las ciudades de Cisjordania; sin embargo, los palestinos no pudieron aceptar el ofrecimiento. El ministro de Exteriores, Nabil Shaat, explicó ayer que la policía palestina no puede hacerse cargo de la seguridad sin que antes se llegue a un acuerdo de alto el fuego con los fundamentalistas. De momento, las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa rechazan la tregua y Hamas exige que antes se detenga la agresión israelí.

Sharon insistió en que los palestinos tienen que poner fin al terrorismo "inmediatamente" y desarmar a las milicias. Abu Mazen, por su parte, reiteró que espera que las negociaciones que mantiene con Hamas den su fruto "en cuestión de días". "Yo soy optimista", manifestó Shaat.

Lo más positivo ahora es la actitud de Washington. La Administración norteamericana parece decidida a sacar adelante la Hoja de ruta. Por otra parte, EEUU avisó ayer de que los estadounidenses que viajan a Gaza corren el riesgo de ser secuestrados.