Tras la veloz evacuación de las 21 colonias judías de la franja de Gaza y de cuatro de Cisjordania --completada en seis días frente a las cuatro semanas previstas--, el ministro de Defensa israelí, Shaul Mofaz, anunció ayer que las tropas israelís dejarán la zona a mediados del mes de septiembre. Según fuentes militares, el Ejército quiere permanecer lo menos posible en Gaza para evitar ataques palestinos.

Tras la evacuación de los colonos, el trabajo que queda por hacer en la franja depende exclusivamente del ritmo de los militares, ya que consiste en destruir las casas y desmantelar las bases. Ayer se hizo público que Israel y Egipto han cerrado un acuerdo por el cual las tropas egipcias sustituirán a las israelís a lo largo de la frontera entre Gaza y Egipto. El Gobierno de El Cairo asume así la responsabilidad de evitar el contrabando de armas desde su territorio hasta el palestino.

Y mientras el mundo mira hacia Gaza, en Cisjordania la vida sigue. Ayer se hizo público que el pasado miércoles --primer día de evacuación forzosa en las colonias-- las autoridades israelís dieron luz verde a la construcción del muro alrededor de la colonia de Maale Adummim --la más grande de Cisjordania--, y que este pasado fin de semana se repartieron las órdenes de expropiación de tierras a sus dueños palestinos.

El muro de este asentamiento asegura a Israel la continuidad territorial de la colonia con Jerusalén, a la vez que aísla la parte árabe de la ciudad de Cisjordania. La barrera entrará en algunos puntos hasta 25 kilómetros más allá de la Línea Verde, la frontera anterior a la guerra de 1967 y reconocida por la comunidad internacional.