El Ministerio de Defensa israelí dijo ayer que el repliegue de tropas aprobado por el primer ministro, Ariel Sharon, en el norte de la franja de Gaza no significa el final de la operación militar Días de Penitencia. "Hay un cambio en la presencia de las tropas, pero la operación sigue", dijo el viceministro de Defensa, Zeev Boim.

Según Boim, no hay órdenes de acabar con la operación, que hasta el momento se ha cobrado la vida de más de 100 palestinos. Las tropas se retirarán del campo de refugiados de Yabalia, pero continuarán en los alrededores. Este movimiento obedece, según Boim, a que los objetivos militares se han alcanzado casi del todo y al inicio de la festividad del Ramadán. Como muestra de que la operación no ha acabado, ayer tres palestinos murieron bombardeados por un helicóptero en Yabalia. Según fuentes palestinas, se trataba de dos milicianos de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa y uno de Hamás.

Mientras, el Ejército israelí suspendió al comandante de brigada acusado de rematar y dar el tiro de gracia a una palestina de 13 años que la semana pasada se extravió cerca de un puesto militar.

Por otra parte, 60 rabinos difundieron ayer un edicto religioso en el que se prohíbe a cualquier judío participar en la evacuación de los asentamientos en Gaza.