La policía antimafia italiana ha desbaratado un plan para enviar a Irak un cargamento de 105.000 fusiles y ha detenido a cuatro implicados, todos italianos, según reveló ayer el rotativo británico The Guardian . Las armas iban oficialmente destinadas al Ministerio del Interior iraquí, pero la operación se había fraguado sin que el mando militar estadounidense tuviese conocimiento, como es preceptivo.

El rotativo subraya que el incidente resulta significativo de hasta qué punto EEUU ha perdido el control del flujo de armas que llegan a Irak. La semana pasada, el Congreso estadounidense destapó la pérdida de 190.000 fusiles AK-47 proporcionados por EEUU.

La venta de estos fusiles ascendía a un total de 30 millones de euros. Fuentes del Gobierno iraquí confirmaron que habían realizado el pedido pero señalaron que las armas iban destinadas a la policía de la provincia de Al Anbar. Sin embargo, dada la forma irregular en que se efectuó y dada la estrecha relación entre el Gobierno iraquí y las milicias chiís, las sospechas apuntan a que los fusiles hubieran acabado en manos de estos grupos.