Una Italia conmocionada tras su "11 de septiembre", como se califica en el país el atentado de Nasiriya, espera el regreso de los cuerpos de los 17 militares y 2 civiles fallecidos el miércoles. El Gobierno confía en que la repatriación sea mañana y que el martes se realicen los funerales, en un día que será de luto nacional.

El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, el vicepresidente, Gianfranco Fini, y miembros de la oposición visitaron ayer el cuartel de los carabinieri para darles el pésame. La oposición pidió "un cambio en la gestión del problema iraquí".