El Gobierno italiano elevó ayer el tono para exigir a EEUU que "castigue" a los responsables de la muerte de Nicola Calipari en Irak. "Es necesario exigir que se aclaren todos los aspectos oscuros" que rodearon el fallecimiento del agente secreto, manifestó el ministro de Exteriores, Gianfranco Fini, en una sesión extraordinaria del Parlamento. "Hay que determinar responsabilidades, así como pedir y asegurar que los culpables sean castigados", agregó.

Fini descartó que Calipari y la periodista Giuliana Sgrena hubieran sido víctimas de una emboscada tendida por las tropas estadounidenses --"fue, con toda certeza, un accidente"--, pero a continuación indicó que eso no lo privaba del derecho de exigir responsabilidades. El espía murió en la carretera al aeropuerto de Bagdad después de que soldados estadounidenses dispararan contra el coche en el que intentaba poner a salvo a la periodista de Il Manifesto . El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, informará hoy en el Senado sobre el inexplicable tiroteo que ha conmocionado a toda Italia.

CASUALIDADES FATALES Descartada la hipótesis de la emboscada, defendida por la misma Sgrena y calificada de "absurda" por EEUU, Fini dijo que el accidente obedeció a una concatenación de "casualidades fatales". Sin embargo, el responsable de Exteriores subrayó que la versión italiana de los hechos "no coincide con la que ha facilitado EEUU", y que por eso Italia "reclama verdad y justicia".

Fini aseguró que los servicios militares italianos de inteligencia (Sismi) "han actuado respetando las normas del Gobierno" y que Calipari "no cometió ningún error". "Tenía credenciales que le autorizaban a moverse libremente" y "había alertado a todos los contactos necesarios de EEUU responsables de la seguridad", indicó Fini.

Según la reconstrucción de los hechos que hizo el ministro, el coche en el que viajaba la periodista recién liberada se desplazaba a 40 kilómetros por hora. Al salir de una curva, una potente luz iluminó el vehículo por el lado derecho. El coche se detuvo casi del todo, pero antes de que los italianos pudieran identificarse, los soldados estadounidenses empezaron a disparar. El tiroteo duró entre 10 y 20 segundos. El vehículo fue entonces rodeado, y sus ocupantes, obligados a descender. En ese momento, "dos jóvenes soldados estadounidenses, desconsolados, pidieron repetidamente disculpas por lo que había sucedido".

ERROR DE COMUNICACION La oposición progresista, en nombre de la cual intervino el socialista Ugo Intini, señaló que "pedir la verdad no es sólo un acto de piedad y justicia, sino un deber que la razón de Estado exige para el respeto de la soberanía y dignidad nacionales". Intini subrayó que "los hechos no han sido esclarecidos de una manera convincente por la Administración estadounidense". "Mayoría y oposición --prosiguió-- han coincidido en apoyar los esfuerzos para liberar a una periodista militante de la izquierda, han estado unidas en el luto por la muerte de un servidor del Estado y están unidas por la verdad".

Poco después del debate parlamentario, Mel Sembler, embajador de EEUU en Italia, entregó un informe al Gobierno. Allí consta que el tiroteo fue causado por "una falta de comunicación de parte del oficial de conexión italiano" en Bagdad. El Pentágono informó de que la investigación sobre el caso será realizada conjuntamente con Italia.

Entretanto, los presuntos secuestradores de la periodista italiana entregaron un vídeo a la redacción de la agencia estadounidense de noticias Associated Press en Bagdad. En él afirman que por Sgrena no se pagó "ningún rescate", aunque dicen que el dinero les fue ofrecido. Los secuestradores acusan a Washington de haber querido asesinar a la periodista.