La izquierda mexicana impidió el jueves el inicio de un debate parlamentario sobre una importante reforma energética que incluiría abrir al capital privado la petrolera estatal Pemex (Petróleos Mexicanos), que sufre una grave crisis. El proyecto del presidente del país, Felipe Calderón, prevé una profunda reestructuración de la empresa.

Los legisladores del Frente Amplio Progresista (integrado por tres partidos) tomaron las tribunas parlamentarias al grito de "El petróleo no se vende; la patria se defiende", y forzaron la suspensión de la sesión.

La televisión repite esos días un anuncio institucional: "Los mexicanos tenemos un gran tesoro en el fondo del mar y vamos a por él". Se refiere al petróleo, un tesoro que el Gobierno valora en un billón de euros. Parece una canción infantil y, de hecho, los niños exploran ya las profundidades en un juego de mesa donde tratan de ayudar a Pepe, un trabajador de Pemex, a dar con el pozo. El juego aclara: "El problema es que está a 3.000 metros de profundidad y no hay tecnología para llegar a él".

Se han cumplido 70 años de la nacionalización y en muchos hogares se recuerda que "la familia entera hizo cola, con las alhajas, los ahorritos, las gallinas", para que Lázaro Cárdenas pudiera indemnizar a las compañías extranjeras. El boom petrolero apenas les dejó las migajas.

PERDIDAS Y CORRUPTELAS Como dicen los analistas, Pemex se convirtió en la ubre del Gobierno y todo se fue en las corruptelas. El gran empresario Jean Paul Getty dijo una vez: "Pemex es la única compañía petrolera que he conocido que pierde dinero". El último informe estadounidense advierte: "Pemex requiere urgentemente de capital privado para modernizar su capacidad de producción, exploración, explotación y exportación".

El Gobierno afirma que Pemex es la tercera productora mundial de crudo, con tres millones de barriles al día. Sus ingresos rondan los 70.000 millones de euros al año. Sin embargo, es la más endeudada y su incapacidad de planificación la relega a los últimos puestos de la carrera del petróleo. El margen de utilidad por barril de crudo transformado en gasolina es de apenas cinco euros. La posición de Pemex, la mayor empresa de Latinoamérica, se va deteriorando. En lo que va de siglo ha caído cinco puestos, hasta el 11º, entre las grandes petroleras.