Las autoridades niponas investigan hoy un posible segundo vertido radiactivo en la central afectada por el fuerte seísmo del lunes, al descubrir roturas en varios depósitos con residuos de baja intensidad, informó la agencia japonesa Kyodo.

Los indicios se descubrieron esta mañana, según confirmó un funcionario de la provincia de Niigata, durante una inspección para comprobar los daños en la central de Kashiwazaki-Kariwa, la mayor instalación nuclear del mundo por capacidad de producción.

Alrededor de un centenar de tambores que contenían residuos con un bajo nivel de radiactividad se vieron afectados por el terremoto y algunos se abrieron, por lo que la compañía eléctrica Tokyo Electric Power está investigando si se produjo un segundo vertido radiactivo tras el anunciado ayer.

El primer accidente de la central de Kashiwazaki-Kariwa ocurrió el lunes, cuando, según la compañía, una pequeña cantidad de agua con residuos radiactivos de una piscina fue a parar al océano a causa del temblor, ya que la central se encuentra junto al Mar del Japón.

900 casas destruidas, nueve muertos y más de mil heridos

Hasta el momento, el terremoto de 6,8 grados en la escala Richter que sacudió ayer el noroeste del país ha ocasionado nueve muertes -todas ellas personas de avanzada edad-, más de mil heridos y cerca de 12.000 desplazados entre los habitantes de la provincia de Niigata.

El terremoto ha destruido cerca de 900 casas, además de provocar graves daños en carreteras y vías de ferrocarril, y el cierre de 70 colegios.

El suministro eléctrico está interrumpido en unas 25.000 viviendas y hay cortes de agua y gas en otras 35.000.

Los responsables de la central nuclear afectada por el seísmo reconocieron esta tarde en una rueda de prensa que en una inspección de carácter rutinario se detectaron por la mañana niveles anormalmente elevados de los isótopos radiactivos cromo 51 y cobalto 60 en la chimenea del reactor número siete, uno de los más afectados por el seísmo.

El seísmo, con su epicentro a nueve kilómetros de la central, superó el nivel de resistencia máximo para el que había sido calculada esta instalación nuclear nipona.

La compañía eléctrica Tokyo Electric Power aseguró hoy que la central permanecerá cerrada hasta que pueda volver a operar en condiciones de seguridad, tal y como ordenó el ministro nipón de Industria, Akira Amari, que extendió a todas las centrales nucleares del país la exigencia de revisar sus condiciones de seguridad.

En el último año han salido a la luz diversos casos de fallos en los sistemas de seguridad de varias centrales nucleares niponas que cuando se produjeron, hace varios años, fueron ocultados a la opinión pública por las compañías.

Niigata será declarada zona catastrófica

El primer ministro nipón Shinzo Abe, que interrumpió ayer por dos días su campaña electoral para visitar la provincia de Niigata, aseguró hoy que se debe declarar al área afectada zona catastrófica e instó a su gabinete a que tome medidas para ayudar con la mayor prontitud a los afectados.

La actuación política del gabinete del primer ministro puede ser decisiva para los resultados que coseche su Partido Liberal Demócrata (PLD) en los próximos comicios parciales al Senado previstos para el 29 de julio, ya que el primer ministro se encuentra en uno de los peores momentos de la legislatura y podría llegar a perder la mayoría en la Cámara Alta.

La Agencia Meteorológica nipona advirtió hoy sobre la posibilidad de que se produzcan nuevos terremotos en los próximos tres días de entre 5 y 5,5 grados en la escala de Richter, como consecuencia del temblor inicial.

El 23 de octubre de 2004, la región de Niigata sufrió también un seísmo de 6,8 grados de intensidad en el que murieron 67 personas y otras 4.800 resultaron heridas.

Japón se encuentra en una de las zonas sísmicas más activas del mundo y los terremotos de gran intensidad son relativamente frecuentes, si bien no suelen provocar daños debido a que las construcciones del país están preparadas para los seísmos.

El temblor más grave ocurrido en Japón en los últimos años fue el que se registró en Kobe (oeste del país) el 17 de enero de 1995 con una magnitud de 7,3 grados en la escala de Richter y que ca