En la apuesta más arriesgada de toda su carrera política, el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, convocó ayer elecciones parlamentarias para el próximo 11 de septiembre con el objetivo de aplicar, con un mandato político renovado, su programa de reformas del sistema de correos. La decisión de llamar a los ciudadanos a las urnas se produjo después de que un sector del gubernamental Partido Liberal Democrático (PLD) se uniera a la oposición en la Cámara alta e hiciera naufragar los planes gubernamentales para privatizar Correos de Japón.

"Considero el rechazo a las leyes de privatización del sistema de correos como un rechazo al Gobierno de Koizumi y a las reformas de Koizumi", declaró el primer ministro durante una conferencia de prensa. Koizumi no descarta presentar su dimisión.