En vísperas de la toma de posesión del presidente iraní, Ahmud Ahmadineyad, para un segundo mandato tras las contestadas elecciones de junio, la fractura en la cúpula del régimen se amplía. El expresidente Mohamed Jatamí, calificó ayer de "espectáculo" el juicio contra un centenar de reformistas que se celebra en el tribunal revolucionario de Teherán y en cuyo banquillo de acusados se sienta, entre otras personalidades, Mohamed Ali Abtahi, su antiguo vicepresidente. "Este espectáculo es ante todo contrario a los intereses del régimen y daña la confianza de la opinión pública", expresó ayer Jatamí en su página web. Para el exmandatario iraní, el proceso va "en contra de la Constitución, la ley y los derechos de los ciudadanos".

Jatamí recordó que los abogados y las personas juzgadas no fueron ni informadas de la fecha del juicio ni del contenido de las acusaciones. Según dijo, no se dan "las condiciones para un verdadero proceso público".

COMICIOS FRAUDULENTOS Los procesados son algunas de las más de 2.000 personas detenidas en junio en las protestas por el resultado de las elecciones presidenciales que ganó el ultraconservador Ahmadineyad y que la oposición considera que fueron fraudulentas. De ser hallados culpables, los acusados podrían ser condenados a hasta cinco años de prisión, aunque también a la pena capital en el caso de ser declarados "mohared" (enemigos de Dios).

A las críticas de Jatamí se sumó ayer Miuhusein Musavi, el candidato reformista que se enfrentó como principal rival a Ahmadineyad en los comicios.