La decisión de Donald Trump de empezar a aplicar aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio europeo desde este 1 de junio no ha sorprendido en Bruselas. La noticia era esperada pero no por ello ha sido bien recibida. Todo lo contrario. El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha dejado claro que «es un mal día para el comercio mundial» y ha avisado de que la decisión no deja otra opción a la Unión Europea que tomar represalias.

«Estados Unidos no nos deja más remedio que proceder al órgano de resolución de disputas de la Organización Mundial del Comercio y la imposición de derechos adicionales sobre una serie de importaciones procedentes de Estados Unidos. Defenderemos los intereses de la Unión, en pleno cumplimiento de la ley de comercio internacional», ha anunciado Juncker nada más conocer una decisión que considera «injustificada» y «proteccionismo puro y simple», pero sobre todo, que no resuelve además el problema de sobrecapacidad que existe en el sector del acero a nivel mundial y que también afecta a la UE.

AMENAZAS / Según Bruselas, Washington ha intentado utilizar la amenaza de los aranceles y las restricciones comerciales como palanca para obtener concesiones de la UE y para que Bruselas se comprometiera a limitar sus exportaciones de forma voluntaria, como ya han hecho otros países como Corea del Sur. Una forma de negociar que rechazan con rotundidad. «Esta no es la forma en que hacemos negocios, y ciertamente no entre socios, amigos y aliados desde hace tanto tiempo», ha avisado la comisaria Cecilia Malmström, responsable de negociar sobre política comercial en nombre de los 28.

El próximo paso de la UE será responder de forma «proporcionada» y «de conformidad con las normas de la OMC» a la decisión de Estados Unidos y, lo más relevante, devolver el golpe imponiendo aranceles a una larga lista de productos estadounidenses. De hecho, Bruselas tiene desde hace meses preparado un listado de 185 productos estadounidenses, como la mantequilla de cacahuete, los pantalones Levi’s, el whisky bourbon o las motos Harley-Davidson. En total, la Comisión Europea calcula que las medidas estadounidenses afectarán a exportaciones europeas por valor de 6.400 millones de euros.

También Alemania, por boca de su cancillera, Angela Merkel, se mostró rotundamente contraria a la decisión de EEUU de implementar aranceles. «Son ilegales», sentenció Merkel en un comunicado .

Igualmente Francia consideró injustificables los aranceles planteados. «Estamos bailando al borde del precipicio», y esta situación «necesita mucho control para mostrar a EEUU que se equivoca», declaró el responsable de Comercio Exterior, Jean-Baptiste Lemoyne.