El gobernador de Florida, Jeb Bush, anunció ayer que el estado está revisando un plan de emergencia diseñado para lidiar con una potencial llegada masiva de cubanos por mar. Bush advirtió de que las patrullas de la Guardia Costera frenarán a cualquier inmigrante ilegal que intente alcanzar la costa y, al mismo tiempo, instó a los cubanos a no abandonar la isla, recordando que ha comenzado ya la temporada de huracanes.

En el condado de Miami-Dade, el pasado lunes por la noche se activó el Centro de Operaciones de Emergencia, donde se recibieron un total de 214 llamadas (el 80% preguntaban sobre el estado de salud de Fidel Castro).

Paralelamente, desde la Guardia Costera se informó ayer de que todavía no se tenía la intención de activar ningún plan de contingencia, ni tampoco de que se fuese a movilizar personal extra.