El exprimer ministro socialista francés Lionel Jospin reapareció ayer públicamente en la televisión como líder natural del Partido Socialista francés (PS), dividido por la Constitución europea ante la perspectiva del referendo de ratificación del 29 de mayo. "Quiero que la izquierda se una para cambiar Europa y no para bloquearla", dijo Jospin, quien precisó que no se reserva "ningún papel especial" en la política sino que simplemente quiere decir "lo que piensa".

El hecho es que tres años después de su retirada política, Jospin saltó de nuevo a la arena televisiva de la cadena pública France 2 para jugar el papel de hombre providencial y abanderado del y hacer cambiar de opinión a los socialistas y a la izquierda francesa en general.

Para evitar el voto de castigo que tienta a muchos franceses y a los socialistas en particular, Jospin dijo comprender "las razones de la ira" contra el Gobierno de Jean Pierre Raffarin, pero con ello, dijo, "no castigarán al poder" sino que "dañarán a Francia y a Europa".

"Si tenemos un problema político en Francia debemos resolverlo aquí y no hay que tomar a Europa como testigo o rehén de estas discusiones necesarias", dijo el exprimer ministro.

El último sondeo publicado el martes, que daba la victoria al no con el 52% de las intenciones de voto, indicaba también que los votantes que rechazan la Carta Magna se encuentran entre la izquierda (60%) y el 55% en el propio PS. Mientras, la popularidad del presidente Chirac ha caído seis puntos, hasta el 44%, su nivel más bajo desde su reelección, en el 2002. Con respecto al retorno de Jospin, el 41% no quieren que vuelva a la política, mientras el 62% de los simpatizantes socialistas lo desean.

RECHAZO EN HOLANDA Otro Gobierno que tiembla por el rechazo social al Tratado es el holandés. Ante las encuestas negativas --un 52% piensa votar no el 1 de junio-- el primer ministro Jan Peter Balkenende recordó ayer que la Constitución de la UE "es una oportunidad única para una Europa mejor".