Siete muertos y 14 heridos causó ayer el ataque indiscriminado que perpetró un hombre de 25 años en Akihabara, un barrio del distrito de Chiyoda, en Tokio, famoso por sus tiendas de electrónica y de productos sobre cómics y dibujos animados.

Poco después del mediodía, Tomohiro Kato irrumpió a gran velocidad y haciendo zigzag con un camión alquilado en la calle principal de Akihabara, convertida todos los fines de semana a esa hora en zona peatonal, y arrolló a por lo menos tres personas. Tras el atropello bajó del vehículo y, con un cuchillo de explorador con una hoja de 13 centímetros, apuñaló a cuantos se interpusieron en su camino hasta que fue detenido unos cinco minutos después.

POCO COMUNICATIVO "He venido a Akihabara porque quería matar a alguien. Estaba harto de vivir y quería matar, no importa a quién", declaró el agresor a la policía. De Kato solo se sabe que vivía en un apartamento de una sola habitación alquilado por una empresa de trabajo temporal en Susono, en la provincia de Shizuoka, al sur de Tokio. La mayoría de sus vecinos apenas lo habían visto entrar o salir, siempre solo, y lo consideraban poco comunicativo. Según la policía, en el momento de la detención estaba lúcido y no parecía bajo los efectos ni del alcohol ni de ninguna otra droga.

Los testigos de la matanza explicaron que Kato atacó a sus víctimas indiscriminadamente mientras gritaba en tono amenazador palabras incomprensibles. Uno de los heridos es un policía de tráfico que acudió a socorrer a uno de los atropellados y recibió una cuchillada en una pierna. La mayoría de las víctimas son hombres jóvenes, aunque también hay dos mujeres y un hombre de 74 años.

Poco después de la irrupción de Kato con su camión, la policía recibió la alerta en la comisaría cercana a la estación de tren de Akihabara. Varios agentes fueron en su persecución y uno de ellos trató de desarmarlo utilizando su porra, pero Kato solo entregó el cuchillo tras ser encañonado con una pistola. En Japón son muy raros los ataques con arma de fuego y casi siempre forman parte de luchas entre bandas mafiosas. Sin embargo, en los últimos tiempos ha habido varios apuñalamientos indiscriminados. Ayer se cumplían siete años del más grave, la masacre de Ikeda, en que Mamoru Takuma mató a ocho niños e hirió a 15 en una escuela primaria de Osaka. Takuma fue condenado a muerte y ejecutado.