Dmitro Gavrutenko, de 23 años, imita al comandante de un destacamento militar. El estudiante de la Universidad de Lviv, activista del movimiento juvenil Pora (que podría traducirse como ¡Basta ya!) y seguidor del candidato opositor a la presidencia de Ucrania, Viktor Yuschenko, imparte órdenes a sus invisibles subordinados por el teléfono móvil.

"Andriy, di a los tuyos que vayan a calentarse a los autobuses. Podéis descansar hasta mañana por la mañana", instruye Dmitro a uno de los responsables de un grupo de estudiantes que viajaron hasta Kiev para participar en las manifestaciones de protesta contra el fraude electoral denunciado por la oposición.

Dmitro, que desde hace días se encuentra en la plaza de la Independencia de la capital ucraniana aguantando frío, tiene en las manos varias listas de sus activistas, los estudiantes que dejaron las aulas por tiempo indefinido. Desde el inicio de las protestas populares, estos jóvenes se han convertido en la fuerza locomotora de las protestas en Kiev y otras ciudades ucranianas que están del lado de la oposición.

Tras conocerse los resultados de los comicios, Pora acusó a las autoridades electorales de falsificaciones a gran escala y pidió "a todos los establecimientos de enseñanza superior que estén preparados para la huelga", a través de un comunicado. "Es hora de superar el miedo para acabar con el totalitarismo", reza el manifiesto institucional de esta organización juvenil que agrupa a las asociaciones estudiantiles del país. Fueron precisamente los jóvenes de Pora los que encabezaron ayer los intentos de hacerse con el control de varios edificios públicos y administrativos de Kiev con el fin de organizar una huelga política general. Un grupo de universitarios tomó, sin hallar resistencia, la planta baja de la sede del Ministerio de Educación para exigir la dimisión del ministro, Vasil Kremin.

Negociaciones

Mientras miles de manifestantes esperaban a la entrada, decenas de activistas se instalaron en los despachos de los funcionarios, que ofrecieron comida a los invasores . Tras varias horas de negociaciones, el ministro firmó una resolución que prohíbe perseguir a los estudiantes por su participación en las protestas.

Muchos profesores también han salido a la calle. "Les dije que no habrá clases hoy y que tienen que estar en la plaza de la Independencia para defender su futuro. No tuve más opción que venir para apoyarles", dijo Stanislav Polianski, profesor de la Universidad de Kiev.