Esta vez no fueron los uniformes sino las togas. El Tribunal Constitucional tailandés disolvió ayer por "fraude electoral" tres de los partidos de la coalición de gobierno e inhabilitó por cinco años al primer ministro, Somchai Wongsawat. Los revolucionarios de la Alianza Popular Democrática (APD) anunciaron el cese de las protestas que han colapsado el país, pero el fin de la crisis se antoja lejano. Se teme que las clases bajas puedan reaccionar con violencia ante lo que consideran el hurto de la soberanía nacional por parte de la elitista APD.

El fallo, considerado un "golpe de Estado judicial" por los progubernamentales, era esperado dada la afinidad de la judicatura con la APD. Los analistas ya habían aclarado que si el Ejército, también contrario al Gobierno, seguía en los cuarteles era por la certeza de que la sentencia tendría este cariz. Wongsawat, cada día más demacrado, aceptó la derrota desde Chiang Mai (norte), donde se ha recluido por temor a la asonada. "He hecho lo que he podido para gobernar el país", dijo. Le sustituye de forma interina el viceprimer ministro, Chaovarat Chanweerakul, que prorroga el linaje político del exprimer ministro Thaksin Shinawatra, familiar de Wongsawat.

Sus seguidores fueron menos comprensivos. Miles de ellos se manifestaron con sus camisetas rojas, que les diferencian de las amarillas de los antigubernamentales, frente a la sede judicial y el Ayuntamiento. "Estamos aquí para defender la democracia", clamaban.

VUELTA A EMPEZAR El futuro no es halagüeño. El plan es que el Parlamento se reúna el próximo mes para elegir un nuevo primer ministro. Ocurre que, pese a las inhabilitaciones, la coalición conserva una cómoda mayoría y es segura la elección de un candidato continuista, lo que devolvería a las calles a la APD. Pero ni siquiera está claro que el Parlamento llegue a reunirse, porque la APD acostumbra a ocupar los accesos. Si la violencia se extendiera sería factible otra dictadura militar, una opción que se demostró ruinosa hace dos años tras la asonada que descabalgó a Shinawatra. La convocatoria de elecciones daría una nueva victoria a los ahora inhabilitados, que gozan de un apoyo popular masivo, y la APD ya ha mostrado su negativa a aceptar el resultado. Para evitarlas propone sustituir el sufragio universal por un sistema mixto donde el 70% de los representantes serían elegidos a dedo.

El fallo judicial evitó el enfrentamiento en los aeropuertos. La policía preparaba el asalto tras los avisos desoídos por los manifestantes, quienes habían prometido responder con fuego. La APD se comprometió a permitir que se restituya el tráfico aéreo a partir de las 10 de la mañana de hoy en el aeropuerto internacional de Suvarnabhumi. El tráfico de viajeros puede demorarse unos días aún, ya que todos los sistemas deben ser revisados.

El acuerdo delimita una zona para que los manifestantes sigan su protesta. No es probable que abandonen por completo el aeropuerto, revelado como pieza clave del tablero. Su conquista por la fuerza aisló por aire al país y sangró su economía.