La situación de la justicia en Italia "es comparable a la de un enfermo terminal" que necesita "una terapia de choque", afirmó ayer el fiscal general del Estado en funciones, Roberto Calderone, en la inauguración del año judicial. Calderone señaló que, a pesar de la aparente vitalidad, la justicia "está cayendo por el vado de una espeluznante pendiente, de esperas exasperantes y que desilusionan por las prescripciones" de los delitos.

En Roma y en los otros 25 partidos judiciales, los jueces realizaron numerosas protestas contra la reforma judicial del Gobierno de Silvio Berlusconi, la complejidad de las leyes y los escasos medios con que cuenta la justicia.

Muchos magistrados asistieron a la ceremonia que tuvo lugar en Turín con las togas negras en señal de protesta y, a lo largo de toda la ceremonia, sujetaron la Constitución en la mano.