El dictador chileno Augusto Pinochet y el jefe de su primera y más temible policía secreta, la Dina, el general Manuel Contreras, se enfrentaron ayer en Santiago durante tres horas, en un careo judicial sin precedentes para aclarar quién fue el responsable de los 119 asesinatos cometidos en 1975 en el marco de la operación Colombo.

Pinochet y Contreras, de 89 y 76 años respectivamente, rompieron relaciones cuando el segundo se sintió abandonado por el dictador. La defensa de Pinochet se había opuesto tajantemente al careo, pero tuvo que aceptarlo ante el peligro de que su cliente fuera declarado "en rebeldía" por el juez Víctor Montiglio, encargado de la causa.

El encuentro tuvo lugar en el Club Militar, al oeste de la capital chilena. En conversación telefónica, el abogado de Contreras, Juan Carlos Manns, reveló a este diario que el momento de mayor tensión entre los hombres, que entre 1973 y 1978 solían reunirse todas las mañanas para coordinar las actividades represivas, se vivió durante el saludo formal. Apenas se miraron los ojos, con una visible cuota de resentimiento.

Manns pidió el careo tras el interrogatorio al que sometió el juez Montiglio a Pinochet el lunes. "No me acuerdo, pero no es cierto. No es cierto, y si fuera cierto, no me acuerdo", dijo el dictador cuando le preguntaron si era jefe directo de Contreras.

Además, Pinochet acusó a su brazo derecho de haber querido tomar el mando de Chile y de ofrecerle depositar dinero en un banco extranjero, motivos por los cuales, dijo, le destituyó de su cargo y disolvió la Dina. Según Manns, Contreras se mostró satisfecho de la posibilidad de refutar esas afirmaciones con el dictador delante. "El careo sirvió para que el juez se dé cuenta realmente de cuál es la responsabilidad de Pinochet", agregó.

CONDENAS E INFORMES Contreras cumple una condena de 12 años de cárcel por la desaparición de un joven militante de izquierdas. Pinochet y su familia, por su parte, son investigados por enriquecimiento ilícito.

La causa operación Colombo también tiene al dictador contra las cuerdas. El juez Montiglio ordenó el mes pasado que fuera sometido a nuevos exámenes psiquiátricos y neurológicos con el fin de determinar si se encuentra en condiciones de ir a los tribunales. La defensa volvió a levantar el escudo de la "demencia subcortical" de origen vascular que le permitió a Pinochet evadir las causas Caravana de la Muerte y operación Cóndor.

Sin embargo, los últimos informes de los peritos dejaron constancia de que el dictador tiene facultades para enfrentar un proceso judicial. Después de los exámenes médicos, el interrogatorio y el careo de ayer, el juez está en condiciones de decidir si lo procesa o no.