El jefe de la delegación palestina, el embajador ante la ONU Nasser al Qidwa, pidió ayer al Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), con sede en La Haya, que considere "ilegal" el muro levantado por Israel en los territorios ocupados. Los palestinos abrieron ayer las exposiciones orales, en las que participarán 16 estados y organizaciones, tras las que el tribunal tendrá que emitir un dictamen jurídico, no vinculante, sobre la legalidad de esta barrera.

Los palestinos acudieron ayer al tribunal con optimismo respecto de un fallo contrario a Israel, que renunció a participar en este proceso. Las miradas están puestas en la Cuarta Convención de Ginebra, que precisa lo que está permitido hacer en un territorio ocupado, y en el dictamen jurídico por este tribunal en 1971, que consideró ilegal la ocupación de Namibia por parte de la entonces Suráfrica del apartheid .

ANSIADA DEMOCRACIA Entonces, la decisión del tribunal de la ONU empujó al establecimiento de sanciones contra Suráfrica y, según apostilló ayer en su exposición el ministro de Exteriores adjunto surafricano, Aziz Pahad, "contribuyó a la llegada de la democracia en la región".

La misma Suráfrica, al igual que Arabia Saudí, Argelia y Bangladesh, aseguraron ayer ante los 15 miembros del tribunal de la ONU que "la pretensión israelí es anexionarse más territorio". En la misma línea se expresó antes el embajador palestino: "El muro confirma la ocupación y la anexión de facto de amplias zonas del territorio palestino".

Tras considerar que la valla "pone en peligro el proceso de paz", Al Qidwa intentó desmontar los argumentos con los que Israel justifica su construcción. El embajador ante la ONU dijo que, "si Israel hubiera construido un muro de seguridad dentro de su territorio", no habría recibido las condenas que ha recibido "ni aunque fuera de 80 metros de alto". Pero las condenas han llovido de medio mundo, sobre todo de Europa y en EEUU. Sin embargo, ni la UE ni la Casa Blanca son partidarios de que el TIJ tercie en el asunto, porque temen que su fallo repercuta negativamente en el diálogo entre palestinos e israelís que, en estos momentos, está muerto.

LA LINEA VERDE Al margen de las condenas sin paliativos, entre las que se encuentran las de Amnistía Internacional y la Cruz Roja, también ha habido críticas no tanto a la propia existencia de esta valla sino a su trazado. Las zonas que se considerarían ilegales serían aquéllas que van más alla de la Línea Verde (1949), es decir la mayoría.

Israel teme que el TIJ, que emitirá un consejo jurídico a petición de la ONU, acabe dándole la espalda. Pese a enviar al tribunal un memorando de 150 páginas, los representantes israelís reiteraron ayer que no acuden "para no dar legitimidad a un proceso que no lo merece".

Mientras en La Haya el TIJ empezaba las exposiciones, miles de palestinos se movilizaron en la franja de Gaza y Cisjordania. No fueron manifestaciones multitudinarias, pero sí transmitieron el grito de protesta de una sociedad agotada tras más de tres años de rebelión y de represión. La violencia también hizo su aparición, y en Abu Dis, Belén y Tulkarem jóvenes palestinos se enfrentaron a pedradas contra militares, que usaron bombas de ruido, balas de caucho y gases lacrimógenos para disolver las manifestaciones. En Abu Dis, seis policías resultaron heridos, según fuentes israelís.