Sadam Husein cumplió su promesa y ayer se negó a comparecer ante el Tribunal Especial Iraquí que le juzga en Bagdad por crímenes contra la humanidad. El magistrado jefe, el kurdo Rizgar Mohamed Amín, resolvió seguir adelante con la vista --la quinta desde que arrancó el proceso, en octubre--, en la que sí estuvieron presentes los otros 7 inculpados por la matanza de Dujail, donde fueron asesinados 148 shiís en 1982. Tras la declaración de dos nuevos testigos, el tribunal decidió aplazar el juicio hasta el próximo día 21.

El martes, un enfurecido Sadam calificó al tribunal de "injusto", envió al infierno a los jueces y anunció que no volvería a sentarse en el banquillo de los acusados.