Alberto Fujimori, presidente de Perú (1990-2000) que quiso permanecer eternamente en el cargo, fue condenado ayer a 25 años de prisión por homicidio calificado y por la muerte de 25 personas. El tribunal consideró que las matanzas de La Cantuta y Barrios Altos, perpetradas por un escuadrón de la muerte autorizado por el político cuando estaba en el poder, fueron "crímenes contra la humanidad".

Es la primera sentencia que condena a un presidente elegido en las urnas en Latinoamérica. Tras 484 días de un proceso intachable, el Chino también fue encontrado culpable de los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y del empresario Samuel Dyer. "Los cuatro cargos se encuentran probados más allá de toda duda", dijo el juez César San Martín, presidente de la Sala Especial de la Corte Suprema. "Esto ha sido una venganza", afirmó su hija, Keiko Fujimori. Los fujimoristas juraron vengar a su líder, de 70 años.