Un tribunal de Moscú ha ordenado prohibir en territorio ruso el servicio de mensajería instantáneo Telegram, uno de los más populares y confidenciales del mundo. Sus fundadores, Nikolái y Pável Durov, dos hermanos rusos, se negaban a entregar a los servicios secretos rusos los códigos de cifrado, lo que les concedería el acceso a los mensajes de los clientes.

Nada más conocerse la decisión judicial, Roskomnadzor, el ente regulador de las comunicaciones en este país, pidió a la juez Yulia Smolina que se materializara de inmediato la prohibición.