El poder ruso, que en ocasiones tolera corrupción, crimen organizado y ultranacionalismo, no da cuartel a sus adversarios políticos. El tribunal del distrito Jamóvniki de Moscú declaró ayer culpables de robo, blanqueo de dinero y otros delitos económicos a Mijail Jodorkovski, el expropietario de la mayor petrolera rusa, Yukos, y a su socio Platón Lébedev.

"El tribunal estableció que Jodorkovski y Lébedev procedieron al robo de bienes en el marco de un grupo organizado abusando de su posición en la dirección de Yukos", dijo el juez Viktor Danilkin. Según el magistrado, Jodorkovski y Lébedev encabezaron un grupo organizado para la comisión de delitos financieros con fondos de la industria petrolera rusa a través de Yukos. La petrolera firmaba falsos acuerdos con sus empresas subsidiarias Yuganskneftegas, Samaraneftegas y Tomskneft para la adquisición de petróleo y de productos derivados a unos precios inferiores a la media. "Los acuerdos sobre la compra y venta de petróleo fueron falsos", declaró el juez. Según su versión, ambos directivos se apropiaron ilegalmente de 218 millones de toneladas de petróleo de Yukos.

Nada más comenzar la lectura del veredicto, que casi literalmente repetía el acta de acusación presentada anteriormente por la fiscalía rusa, el juez ordenó a las cámaras de televisión que abandonaran la sala. Solo al término de la lectura, que durará varios días, se conocerá la pena impuesta a los exmagnates petroleros. La fiscalía pide 14 años de prisión por el presunto robo de 218 millones de toneladas de crudo y el blanqueo de 20.000 millones de euros.

El propio primer ministro ruso, Vladimir Putin, declaró recientemente a una pregunta sobre el futuro de Jodorkovski que "un ladrón debe estar en prisión". Desde que Putin llegó al poder en el 2000, el dueño de Yukos, a la sazón el hombre más rico de Rusia, con una fortuna personal estimada en 15.000 millones de euros, se convirtió en su declarado adversario político.

PULSO AL PODER A diferencia de los demás oligarcas rusos, no quiso jurar lealtad al Kremlin y se convirtió en el principal patrocinador de la oposición al poder. En el 2005 Jodorkovski y Lébedev fueron condenados a ocho años de prisión por delitos económicos. Según Jodorkovski, el segundo proceso en su contra, como el primero, tiene motivaciones políticas y busca legitimar el desmantelamiento de Yukos, que fue la mayor petrolera privada de Rusia, y la venta de sus activos a la estatal Rosneft.

Jodorkovski opinó la semana pasada que la pasión por los perros es "el único sentimiento sincero" que ha demostrado Putin.

El magnate dirigió la semana pasada un mensaje abierto al primer ministro ruso pidiéndole que deje de meter miedo a sus compatriotas. "Todos le tienen miedo", repitió Jodorkovski.

Tras el primer descanso, el magistrado no dejó entrar a los periodistas y continuó la lectura a puerta cerrada. Mientras, la policía detuvo a unos 300 activistas que se manifestaron para apoyar a Jodorkovski en la entrada de los juzgados, en Moscú.