El político ultraconservador Lech Kaczynski, del partido Ley y Justicia (que dirige su hermano gemelo Jaroslaw), asumió el jueves la presidencia de Polonia. El nuevo jefe del Estado anunció un profundo cambio basado "en la justicia, la solidaridad y la honestidad" y un arreglo de cuentas con el pasado para erradicar "la corrupción y los delitos que han desfigurado las instituciones públicas" desde la caída de régimen comunista en 1989.

Kaczynski, exministro de Justicia y exalcalde de Varsovia, juró la Constitución y después se trasladó a la catedral, restableciendo así una vieja tradición que se mantuvo en las coronaciones de los reyes polacos hasta el siglo XVIII y también en las investiduras presidenciales hasta 1939.

Kaczynski concedió un papel muy importante a la política exterior. "Será enérgica y encaminada a continuar todo lo que contribuyó a la consolidación de la posición de Polonia en el mundo", afirmó. A la necesidad de seguir reforzando los lazos con EEUU, Kaczynski añadió el deseo de mejorar la relación con Rusia, y respecto a la UE, señaló que su objetivo "es una UE que sirva de base para una colaboración permanente y solidaria entre los países europeos".