Al menos 17 pasajeros de un autobús militar murieron y otros 16 resultaron heridos ayer, en la república de Osetia del Norte, en el Cáucaso ruso, como consecuencia del atentado suicida de una kamikaze chechena que activó la carga explosiva que llevaba escondida bajo su vestido, según fuentes del Gobierno de Osetia del Norte. Se trata del cuarto ataque contra un autobús perpetrado por los rebeldes chechenos desde abril.

El jefe del Gobierno de Osetia del Norte, Mijail Shatalov, informó de que el ataque terrorista se produjo a primera hora de la mañana en las afueras de la ciudad de Mozdok, que acoge la principal base militar rusa en la república norcaucásica. En el autobús viajaban especialistas de la Fuerza Aérea rusa y civiles que se dirigían a la base aérea.

DOS QUILOS DE EXPLOSIVOS

La kamikaze se acercó al vehículo y activó la carga en el momento en que éste reducía su velocidad para cruzar un paso a nivel. Testigos presenciales informaron de que la terrorista intentó subir al vehículo minutos antes de la explosión. El cinturón que llevaba en el cuerpo contenía cerca de dos kilogramos de explosivos, y estaba cebado con bolas metálicas para hacerlo más mortífero.

Los heridos fueron trasladados a distintos hospitales de Mozdok. El saldo de víctimas mortales, que incluye a la mujer suicida, puede crecer, ya que varios hospitalizados se encuentran en estado grave. Según las autoridades locales, el objetivo principal del atentado eran los militares que se dirigían a la base, donde se concentra la mayor parte de los bombarderos rusos que intervienen en las operaciones contra los rebeldes. Sin embargo, la fiscalía rusa aseguró que la intención de la terrorista era penetrar en la base aérea dentro del autobús.