Ayer compareció ante los jueces del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) por primera vez desde que comenzó el juicio --y por segunda vez desde que fue arrestado en julio del 2008-- en el que se le acusa de genocidio y crímenes contra la humanidad, pero no ha cambiado su actitud. Radovan Karadzic, exlíder de los serbios de Bosnia, insistió en que necesita 10 meses más para preparar su defensa y que el proceso debe aplazarse. También rechazó que se le imponga un abogado de oficio. El tribunal deberá decidir qué hacer.

Karadzic, que como su mentor, el expresidente de Serbia Slobodan Milosevic, ejerce su propia defensa, sigue boicoteando el juicio, que empezó el 26 de octubre. Pero ayer compareció en una vista para abordar la situación creada por dicho boicot. Los jueces suspendieron el juicio hasta que tomen una decisión sobre el curso a seguir y prometieron hacerlo esta semana.

"Yo sería verdaderamente un criminal si aceptara participar en el juicio sin estar preparado", afirmó el hombre acusado de haber orquestado la limpieza étnica y haber instigado una guerra (1992-95) que causó al menos 100.000 muertos y 2,2 millones de desplazados. Karadzic alegó que estaba "desbordado" por la documentación que ha sometido la fiscalía y que, según él, ocupa 1,3 millones de páginas. "No quiero boicotear el proceso pero no quiero tomar parte en algo que ha estado mal hecho desde el principio", replicó el exdirigente serbobosnio cuando el juez O-Gon Kwon le preguntó si pensaba continuar con el boicot.

El exdirigente serbobosnio, procesado por el TPIY desde 1995 y que ha sido prófugo de la justicia durante 13 años, rechaza que se le imponga un abogado. "No necesito un abogado, necesito tiempo", subrayó.

El fiscal Hildegard Uertz-Retzlaff señaló que entre las opciones están la de imponer a Karadzic un abogado que actúe cuando él se niegue a comparecer o retirar al acusado el derecho a defenderse a sí mismo. Uertz-Retzlaff dijo que la imposición de un abogado retrasaría el proceso, pero lo consideró "un precio razonable" a pagar para poner fin a la obstrucción.