El recuento de votos de las elecciones presidenciales de Afganistán, celebradas el 20 de agosto, parece interminable. Avanza muy despacio y, de momento, se confirma una amplia victoria del actual presidente, Hamid Karzai, a pesar de que su rival, Abdulá Abdulá, mantiene sus acusaciones de fraude masivo.

Según los últimos datos hechos públicos ayer por la Comisión Electoral Independiente (CEI) y sobre el 92,8% de los centros de voto escrutados, Karzai ha conseguido el 54,27% de los votos, suficientes para proclamarse ganador en la primera vuelta. Abdulá, por su parte, se queda con tan solo el 28,1%.

Se desconoce hasta ahora cuándo se tendrán todas las papeletas escrutadas. En todo caso, el nombre del vencedor no se hará oficialmente público hasta que la Comisión de Quejas, órgano independiente en el que están integrados miembros de las Naciones Unidas, haya anulado los votos considerados fraudulentos, que no son pocos.

Hasta ahora este organismo ha invalidado los votos de decenas de colegios electorales en tres provincias del sur y del este del país. Además, ha pedido al CEI que vuelva a contar las papeletas en aquellos colegios electorales en los que haya más de 600 votos emitidos --lo que equivale a una alta participación cuando se estima que fue poca la gente que acudió a las urnas-- y en los que un mismo candidato haya obtenido más del 95% de votos.

Entre tanto, la violencia se cobró ayer la vida de 40 personas en diferentes puntos del país, 20 de ellos civiles y el resto, miembros de las fuerzas del orden.