Del unilateralismo a la reconstrucción de las alianzas internacionales. Ese es el cambio en la política exterior de Washington que promete el senador John Kerry si llega a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre, un giro de 180 grados respecto a la línea diplomática de la Administración de George Bush que pretende reparar los efectos negativos de la guerra de Irak.

AYUDA A LAS TROPAS "Es momento de aparcar el orgullo y la tozudez. Debemos reconstruir las alianzas que se han destrozado, porque una América respetada en el mundo será una América más fuerte y más segura en casa .... Parte del mejor armamento que podemos dar a nuestras tropas son aliados para que combatan a su lado", proclamó el aspirante demócrata en su intervención radiada semanal, un discurso enmarcado en 11 días de campaña.

Ayer Kerry perfiló con más detalle ese programa diplomático en entrevistas con medios estadounidenses. Entre sus puntos entra la apuesta por emprender con Corea del Norte las conversaciones bilaterales sobre proliferación nuclear a las que se niega Bush, manteniendo al mismo tiempo las multilaterales. Kerry también deja la puerta abierta a conversar con Irán.

Por otra parte, ayer The New York Times dio a conocer un informe del Ejército de EEUU de noviembre en el que se reconoce que cientos de prisioneros iraquís fueron mantenidos en Abú Graib por periodos prolongados pese a la falta de pruebas de que supusieran una amenaza.

Otra publicación, la revista Time, ha revelado que la pistola que Sadam Husein tenía en la mano cuando fue capturado por soldados norteamericanos está ahora en posesión del presidente de EEUU, George Bush, quien lo guarda en la Casa Blanca como un souvenir de la guerra.