El número uno del régimen de Pyongyang, Kim Jong-il, completó ayer con palabras lo que el pasado miércoles empezó con el lanzamiento de siete misiles que pusieron los pelos de punta a los mandatarios de medio mundo. En un discurso retransmitido por la televisión estatal, el mandatario norcoreano declaró no estar dispuesto a hacer "la más mínima concesión" a EEUU y amenazó con desencadenar una "guerra total" si es objeto de "represalias". "No se trata de palabras vacías", apuntó el dirigente, que calificó a EEUU como "el enemigo jurado" y "el agresor imperialista".

Japón advirtió que lanzará un ataque preventivo contra Corea del Norte en caso de amenaza nuclear directa. "Es imposible no hacer nada si somos atacados por un país que dice tener armas nucleares y que podría lanzar misiles contra Japón", dijo el ministro de Exteriores, Taro Aso.