El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Kofi Annan, respaldó ayer la propuesta de enviar al sur del Líbano una fuerza internacional de pacificación, mientras proseguían por sexto día consecutivo los virulentos bombardeos de Israel sobre ese país y los ataques de Hizbulá contra el Estado hebreo. La presidencia temporal finlandesa de la Unión Europea (UE) anunció que varios países europeos se muestran dispuestos a participar en esa fuerza internacional.

Sin embargo, Israel se mostró de manera inmediata hostil a la creación de una fuerza de pacificación o interposición. Fuentes gubernamentales calificaron de "prematura" cualquier discusión en torno a esa propuesta, mientras que el Ministerio de Defensa, por su parte, advirtió de que la única fuerza que tolerará será el despliegue del Ejército libanés en la frontera.

LLAMAMIENTO Annan, que asistió a la última jornada de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) celebrada en San Petersburgo (Rusia), efectuó un llamamiento al movimiento radical chií de Hizbulá y a Israel para que acepten un alto el fuego que haga posible el despliegue de esa fuerza internacional.

La fuerza de pacificación deberá contar al menos con 8.000 soldados, afirmó el primer ministro italiano, Romano Prodi, y disponer de medios militares robustos, según indicó el presidente francés, Jacques Chirac. El G-8 recomendó el pasado domingo al Consejo de Seguridad de la ONU que estudie el envío de esa fuerza de seguridad.

"La única forma de acabar con la violencia es tener una fuerza internacional desplegada en la zona", afirmó el primer ministro británico, Tony Blair al término de su reunión con Annan. "La situación es crítica y la prioridad más inmediata es crear las condiciones para el cese de la violencia", añadió Blair. La misión de esa fuerza internacional consistirá en "proteger a Israel de los ataques de Hizbulá", precisó el primer ministro británico, tras avisar de que solo podrá desplegarse si cesan las hostilidades.

Chirac insistió en que "la situación exige una intervención exterior para intentar garantizar las fronteras y evitar la agresión de unos contra otros".

EL DESARME El presidente francés apuntó que la fuerza de pacificación deberá contribuir al desarme de la milicia de Hizbulá, en aplicación de la resolución 1559 del Consejo de Seguridad de la ONU, por lo que tendrá que disponer de "medios de coerción" eficaces.

Chirac, que la víspera sufrió la humillante derrota de no poder arrancar a Estados Unidos y al G-8 la exigencia al Gobierno de Israel de un alto el fuego inmediato con el fin de proteger al Líbano, calificó de "aberrantes" y "desproporcionados" los ataques llevados a cabo por Israel en el territorio libanés. "Debe respetarse la integridad, la independencia y la soberanía del Líbano", insistió Chirac en la conferencia de prensa final.

La Unión Europea (UE), igual que hizo el G-8 la víspera, evitó ayer condenar a Israel y no reclamó al Gobierno de Ehud Olmert el cese de los ataques. "La UE reconoce el derecho legítimo de Israel a defenderse", destaca la declaración adoptada por el Consejo de Ministros de Asuntos Exteriores. La UE solo "urge a Israel a ejercer la máxima contención y no recurrir a acciones desproporcionadas".