La independencia de Kosovo ya tiene fecha. Será casi con toda seguridad el próximo día 17. "Hay más del 99% de posibilidades de que sea el próximo domingo", dijo el presentador del principal informativo de la cadena kosovar RTK.

Ese día, el Parlamento se reunirá en sesión extraordinaria para proclamar de forma unilateral la declaración de independencia de Serbia. La aprobación se registrará un día antes de la reunión del Consejo de Ministros de Exteriores de la UE, que debe sustituir a la ONU en el proceso de supervisión. No obstante, fuentes del Gobierno de Hashim Thaci dijeron que la declaración no entrará en vigor hasta principios de marzo, seguramente el 10.

Adivinar la fecha de la independencia se había convertido en el juego más popular entre los ciudadanos kosovares. También entre los periodistas extranjeros y equipos de televisión que llenan los hoteles de Pristina.

Kosovo no tiene himno, ni bandera, ni escudo, ni ningún otro símbolo. La mayoría de la población se decanta por el águila negra de doble cabeza sobre un fondo rojo, al igual que en Albania. Esa bandera ondea ya en edificios oficiales y algunas casas. Pero la UE y EEUU han dicho que prefieren una bandera "neutra", que no ofenda a los serbios.

Para Belgrado son los miserables de Kosovo, para los albaneses, shuka (esclavos). La mayoría de los 120.000 serbios viven enclaustrados en sus casas porque temen la revancha que pueda producirse tras la independencia. Casi nadie sale de su zona.

Entre Gracanica (este de Pristina), localidad solo de serbios, y Hayvalia, de albanokosovares, hay una frontera que nadie cruza. No hay un puente que separe a las dos comunidades.

Slagjana, de 40 años y vecina de Bresje, un pequeño pueblo pegado a Kosovo, se queja. "Estamos pagando las locuras de Milosevic. Es como si a los españoles les culparan por los crímenes de Franco".