Así queda contemplado en la nueva Constitución kosovar, que se aprobó ayer por unanimidad en el Parlamento de Pristina. El texto estipula que las lenguas oficiales son "el albanés y el serbio" y pretende ofrecer garantías a las minorías de que sus derechos serán respetados. "Los serbios también son ciudadanos de Kosovo; esta Constitución es suya", dijo el presidente kosovar, Fatmir Sejdiu.