Javier Solana es quizá la persona mejor cualificada para analizar las crecientes tensiones entre Europa y EEUU a raíz del 11-S. Y quiere subrayar que "la guerra con Irak es evitable". "Tengo la certeza de que no hay ninguna decisión tomada, por lo que todavía estamos en tiempo útil para evitarla". Aunque advierte de que el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, "necesita, y lo necesita urgentemente, que el régimen de Sadam colabore más estrechamente con él. Como dijo Blix: no es suficiente con que me deje abrir puertas, necesito mucho más para evitar un conflicto".

Usted acaba de subrayar las diferencias entre EEUU y Europa en la lucha contra el terrorismo y la crisis de Irak. ¿La fractura transatlántica es hoy mayor que nunca?-- No lo creo. Lo que me preocupa es que están las semillas para que esa fractura se agrande. Y lo que tenemos que evitar es que esas semillas fructifiquen. Mi reflexión señala unos riesgos para tratar de evitarlos. Una relación sana y constructiva entre EEUU y Europa es fundamental para la estabilidad del mundo. Hemos de evitar que se produzca esa separación transatlántica.

Usted avisa de que Estados Unidos considera que la amenaza terrorista es el desafío primordial para la seguridad internacional, mientras que los europeos la ven como una amenaza más, junto a la pobreza, los conflictos regionales el cambio climático. ¿Esa reflexión es compartida por todos los líderes europeos?-- Hay un denominador común. No es que todo lo que yo digo sea compartido al 100 por 100 por todos los dirigentes políticos, pero mis advertencias representan una posición aceptada por los gobernantes europeos y por la ciudadanía europea, que entiende cada vez mejor los pros y los contras de los temas, así como el interés de construir una relación sólida y fluida con EEUU, evitando que esas semillas de división fructifiquen.

Pero ¿no están Blair y Aznar mucho más próximos a Bush que Chirac o Schröder?-- No creo que se pueda especificar personas por sus nombres y apellidos, porque este es un debate mucho más amplio. No estoy hablando de las políticas específicas de tal o cual Gobierno, sino de planteamientos más generales. No quiero hacer divisiones tan categóricas. Los temas son más profundos que el debate sobre el gobernante A o el gobernante B.

Sin embargo, esa ciudadanía observa las posturas de esos gobernantes y se da cuenta de que disienten radicalmente sobre, por ejemplo, la necesidad de una nueva resolución del Consejo de Seguridad antes de atacar Irak.-- Todos admiten que la resolución 1441 no exige una segunda resolución, sino un segundo debate. Unos y otros discuten sobre si de ese debate debe surgir una segunda resolución. Yo creo que sí; otros dicen que ya veremos. Creo que sería mejor, pero es legítimo decir que la 1441 no lo exige.

Usted ha alertado sobre las "amenazas asimétricas" que podría desencadenar una respuesta exclusivamente militar al terrorismo. ¿Cuáles son?-- El propio terrorismo es la respuesta asimétrica más importante a la guerra. Cuando uno tiene un Ejército fuerte enfrente y sabe que no puede ganar convencionalmente, en la historia siempre se han librado guerras asimétricas, algo a lo que hoy llamamos terrorismo. El centro de gravedad de la lucha contra el terrorismo no puede ser militar, sino que debe estar en la cooperación de los estados, la información y en evitar que a los terroristas les lleguen las armas y los recursos económicos. Esa componente es mucho más importante que la militar. La militar es excepcional, como en Afganistán, porque un grupo terrorista había llegado al poder en un Estado. Pero, si no, la lucha contra el terrorismo no debe ser militar.