Las primeras proyecciones de los resultados de las locales que ayer se celebraron en Reino Unido dejan al Laborismo con el peor saldo de su historia, ya que sólo habría logrado el 23 por ciento de los votos y, además de quedar como tercera fuerza política del país, vería cómo los conservadores se distanciarían 15 puntos, tras obtener el 38 por ciento.

De confirmarse este panorama, pendiente del escrutinio de las 34 autoridades locales que se pusieron en juego, el partido de Gordon Brown empeoraría el revés ya sufrido en las municipales celebradas el pasado año, en las que ya se había visto superado además de por los 'tories', por los liberal-demócratas, que en la cita de este 2009 se llevaría el 28 por ciento de las papeletas.

Así, si en los comicios municipales de 2008 los laboristas se habían quedado con el 24 por ciento de los votos, en esta ocasión el saldo es incluso peor, ya que reducen un punto menos que en unos resultados considerados ya hace 13 meses devastadores. De hecho, aquellos comicios, en los que el Laborismo perdió el bastón de mando en Londres, constituyeron la confirmación de la deriva del primer ministro, quien desde entonces cuenta prácticamente todas las elecciones por derrotas.

Además, comparados con los de hace cuatro años, cuando Tony Blair aún residía en el número 10 de Downing Street, los resultados de ayer revelan la magnitud del correctivo sufrido por el partido, que habría pasado de ser la primera fuerza con el 35 por ciento de los votos a tercera, tras ver un recorte de 12 puntos.

Por su parte, los conservadores, que eran segundos en 2005 se habrían puesto ahora a la cabeza al incrementar en seis su porcentaje de apoyo, hasta el 38 por ciento, si bien en esta ocasión quedaron lejos del 44 por ciento que lograron en las locales del año pasado. Mientras, los liberal-demócratas pasarían al segundo lugar tras sumar los mismos seis puntos respecto a 2005, cuando habían obtenido el 22 por ciento de las papeletas.

FUTURO

En este sentido, a la espera de conocer el reparto de las europeas que también se celebraron ayer, pero que no se darán a conocer hasta el domingo por la noche, los rebeldes que preparan un asalto al liderazgo podrían emplear el severo revés sufrido en estas locales para animar a sumarse a la campaña promovida a lo largo de esta semana para recambiar a Brown y que debería lograr, al menos, el apoyo de 70 diputados.

Mientras, el mandatario acometió hoy una remodelación de Gobierno que apenas supuso novedades, más allá de cubrir las vacantes de las cuatro dimisiones de ministros que sufrió esta semana y proceder a cambios de cartera limitados.

Finalmente el ministro del Tesoro, Alistair Darling, se mantiene en el cargo; al igual que el de Exteriores, David Miliband; y el de Negocios, Peter Mandelson; mientras que el considerado virtual sucesor de consenso, Alan Johnson, cambia el departamento de Sanidad por el de Interior.