El de ayer era el último presupuesto presentado en el Reino Unido antes de las inminentes elecciones generales. Y el Gobierno laborista trató de persuadir a los británicos de que el mejor voto para salir de la crisis es el de la experiencia y la continuidad. "La economía nacional se halla en un punto decisivo", según el ministro de Finanzas, Alastair Darling, y "la recuperación puede truncarse", advirtió.

Darling intentó aprovechar la falta de una estrategia clara de la oposición conservadora para salir de la peor recesión de los últimos 60 años. En la Cámara de los Comunes presentó medidas tan populares como forzar a los bancos nacionalizados por el Gobierno a prestar más dinero a los pequeños empresarios. O apoyar el crecimiento de las industrias, con un paquete extraordinario de 2.800 millones de euros.

En esa misma línea fue la iniciativa, copiada por los laboristas de las propuestas conservadoras, de suprimir, con efecto inmediato desde la pasada medianoche, el impuesto sobre la compra de la vivienda para quienes accedan por primera vez al mercado inmobiliario, siempre que el precio de la propiedad no supere las 250.000 libras (280.000 euros). A cambio, castigo a las clases más acomodadas, aumentando del 4% al 5% el impuesto en la compra de casas de más de un millón de libras (1,1 millones de euros). El Gobierno también anunció importantes reducciones en los presupuestos de departamentos como Sanidad, Interior y Justicia, para atajar el mayor déficit público desde la segunda guerra mundial.

Darling dejó claro que la situación es difícil, pero sugirió que las cosas pueden ir aún peor con los conservadores en el poder.

"ECHAR AL ENTRENADOR" El líder de los tories, David Cameron, pidió "un cambio radical de dirección" y criticó las escasas medidas para atajar el déficit, que puede alcanzar este año el 12,6% del PIB. "Hemos pasado de estar a la cabeza de la Primera División a la cola de Tercera Regional. Han sido 13 años perdidos y es hora de echar al entrenador", afirmó. La ventaja de los conservadores, que llegó a ser de 28 puntos, se ha reducido a solo 5 en los últimos sondeos. La cita en las urnas será probablemente el próximo 6 de mayo.