Los laboristas del primer ministro británico, Tony Blair, se mantuvieron hoy como primer partido de la Asamblea galesa, aunque perdieron terreno en favor de los nacionalistas del Plaid Cymru, una vez que ha concluido el recuento de votos. Cuando se han adjudicado ya los sesenta escaños de la Asamblea de Cardiff, los laboristas obtienen veintiséis diputados, tres menos que la pasada legislatura y que han ido a parar al Plaid Cymru, que se sitúa en quince y se consolida como segunda fuerza de la región.

En tercera posición están los conservadores, que logran doce escaños, mientras que los liberal demócratas obtienen seis y el último corresponde a un independiente. El ministro principal galés, el laborista Rhodi Morgan, que había anunciado que dimitiría si su partido sufría una gran derrota en las elecciones autonómicas del jueves, dijo que los laboristas podrían mantener "la cabeza alta" con los resultados obtenidos.

Desde el establecimiento del poder autonómico en Gales en 1999 en virtud del proceso de devolución de competencias promovido por el Gobierno Blair, los laboristas han sido la fuerza mayoritaria en la Asamblea galesa. Al contrario que los escoceses, la Asamblea Nacional para Gales no puede promulgar leyes, aunque sí tiene poderes para modificar ciertas leyes británicas en áreas como agricultura, medio ambiente, carreteras, transportes, vivienda, servicios sociales, sanidad, turismo.