IRAN Y LA COMUNIDAD INTERNACIONAL ESTAN A VUELTAS CON EL URANIO ENRIQUECIDO DESDE AGOSTO DEL 2002, PERO LAS ANSIAS ARMAMENTISTICAS DE TEHERAN SE REMONTAN A MUCHO ANTES

EL SECRETO ATOMICO

En los años 80, durante la guerra con Irak, el régimen iraní contactó con el padre de la bomba atómica paquistaní, Abdul Qader Jan. El mismo científico ha confesado que desvió diseños para poder fabricar armas atómicas para Irán, Libia y Corea del Norte.

LA PRIMERA DENUNCIA

Hace casi cuatro años, el Consejo Nacional de Resistencia de Irán, un grupo de exiliados, afirmó que Irán escondía una planta de enriquecimiento de uranio en Natanz (sur de Teherán). La denuncia fue confirmada por la Agencia Internacional de la Energía Atómica, que investigó si el país estaba adquiriendo lo necesario para producir la bomba nuclear bajo la tapadera del programa de energía civil.

LA FATUA

En agosto, el líder supremo, el ayatolá Alí Jamenei, lanzó una fatua (decreto religioso) en la que declaraba que "la producción, almacenamiento y utilización de armas nucleares" están en contra de las creencias del islam. El régimen de Teherán insiste en que quiere enriquecer uranio para el desarrollo civil, pero los más escépticos consideran que no necesita recurrir a la energía nuclear para ello.