El Consejo de Seguridad de la ONU ha exigido a Irán en numerosas ocasiones que deje de enriquecer uranio ya que esta tecnología, que Irán asegura que utiliza para obtener energía de uso civil, también puede servir para desarrollar la bomba atómica. Irán firmó el Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) y como tal está obligado a declarar sus actividades. La desconfianza radica en el hecho de que Teherán ocultó su programa nuclear durante 18 años. EEUU adoptó un embargo total contra Irán en 1995; la ONU empezó a dictar sanciones en el 2006 y después, en el 2007 y el 2008, las fue ampliando.