Los cinco métodos de ejecución vigentes en EEUU --inyección letal, silla eléctrica, cámara de gas, horca y pelotón de fusilamiento-- han causado controversia por la posibilidad de someter a los reos a un trato inhumano, cosa que prohíbe la Constitución. Aunque se dice que la inyección letal es indolora, en 1996, Tommy Smith esperó 16 minutos consciente a que le encontraran una vena.