Los libaneses están llamados hoy a las urnas para decidir la dirección del país para los próximos cuatro años. El resultado de estos comicios generales trasciende las fronteras del pequeño Estado. Los analistas predicen un resultado muy ajustado entre la mayoría antisiria y la oposición prosiria. Del recuento final dependerá que el país siga orientado hacia Washington y Riad o bascule hacia Teherán y Damasco.

El encono entre ambos bloques es tan dramático y la pugna tan reñida, que los patronos de cada bando están invirtiendo millones de dólares para decantar la elección. Ambos bandos, además, se acusan de compra de votos, especialmente en las zonas rurales, y de financiar el retorno de los libaneses de la diáspora para participar en los comicios. Entre el martes y el miércoles, 19.000 emigrantes retornaron al país.