Tras pasar 48 horas retenidos por la policía de Kenia como sospechosos del doble atentado con explosivos contra intereses israelís en Mombasa, que se saldó con la muerte de 16 personas, el español José Tena y la norteamericana Alicia Kalhamer fueron liberados ayer en Mombasa sin cargos. Sin perder la sonrisa, el matrimonio Tena-Kalhamer admitió "haber pasado un poco de miedo" pero subrayó no guardar "rencor alguno" hacia las fuerzas de seguridad de aquel país africano.

Alicia quería mostrar a su marido español, originario de Madrid, el lugar donde había pasado parte de su infancia con sus padres. Con una mezcla de resignación e ironía, José, técnico de antena, quiso resumir así su aventura y el motivo de su arresto: "si estás en mal lugar en el mal momento, éstas son cosas que pueden suceder, tanto aquí como en Occidente".

PONERSE A SALVO

Las plácidas vacaciones de esta pareja se convirtieron en un infierno después de que tuvieran conocimiento de que un atentado con explosivos había sembrado la muerte y la destrucción en el vecino hotel Paradise. Nada más conocer la noticia, ambos pidieron en su hotel la cuenta para salir inmediatamente de allí, lo que levantó las sospechas de los empleados y la policía local. "Solamente queríamos protegernos porque teníamos miedo", declaró Alicia.

Lo siguiente que recuerdan es que fueron trasladados a la comisaría de policía, donde tuvo lugar un primer interrogatorio: "la primera jornada de interrogatorios nos asustó un poco, porque no teníamos ni idea de nuestra presencia allí; nos temimos lo peor", continua Alicia. La primera noche de su arresto la pasaron en sillas, la segunda en una celda.

Lo cierto es que las autoridades de Kenia parecen estar dando palos de ciego en la búsqueda de los responsables del doble atentado, que supuso una escalada al intentar derribar un avión civil con misiles. A pesar de que 10 individuos permanecen detenidos --cuatro somalís y seis paquistanís-- ninguno ha sido acusado formalmente de estar relacionado con los atentados.

El propio ministro de Seguridad Interior de Kenia, Julius Sunkuli, reconoció ayer que la policía "no ha hallado" ninguna vinculación entre los arrestados y la organización Al Qaeda de Osama bin Laden.

Todos los retenidos son ciudadanos que entraron ilegalmente en Kenia procedentes de países donde se supone que existe una gran implantación de Al Qaeda y grupos afines, como Pakistán y Somalia. Desde Washington, el Gobierno de EEUU señaló con el dedo acusador a una organización islamista somalí denominada Al-Itihad al-Islamyia (unidad del islam), que, de acuerdo con la versión oficiosa norteamericana, mantiene vínculos con Al Qaeda desde 1993.

Sin embargo, muchos expertos dudan de esta versión y argumentan que Al-Itihad al-Islamyia ha sido debilitada en el campo de batalla por el Frente Democrático de Salvación de Somalia y no tiene más que una influencia muy pequeña en el país.

DETENCION EN ISRAEL

Mientras tanto, en Israel, las fuerzas israelís arrestaron en Nablús a Majid al-Masri, destacado dirigente de la organización de las Brigadas de Mártires de Al-Aqsa, grupo palestino que se atribuyó la autoría del atentado contra la sede del partido conservador Likud el mismo día del doble atentado en Kenia, que se saldó con la muerte de seis personas.

La cadena de acciones terroristas contra objetivos israelís ha obligado al primer ministro hebreo, Ariel Sharon, y probable vencedor de las próximas elecciones legislativas, a jurar "venganza" por los muertos israelís. El balance de la jornada de violencia se saldó ayer con la muerte de un adolescente palestino en Gaza.