Libertad de expresión frente a injuria a la religión. Este es el dilema que dirimirán los jueces del Tribunal Correccional de París en el proceso que se abrió ayer contra el semanario satírico Charlie Hebdo por la publicación, el 8 de febrero del 2006, de las caricaturas de Mahoma. Políticos e intelectuales defienden a la revista.

Los denunciantes son la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia y la Gran Mezquita de París, que acusan a Charlie Hebdo de un delito de "injurias que estigmatiza a un grupo de personas en razón de su religión". La demanda afirma también que la publicación de los dibujos "se inscribe en una provocación planeada detenidamente para ofender a la comunidad musulmana en su fe más íntima" por razones de "islamofobia" y "puramente comerciales".

Las tres imágenes Las caricaturas denunciadas son solo tres, dos de las 12 publicadas en el diario danés Jyllands-Posten en diciembre del 2005, que Charlie Hebdo reprodujo en su totalidad, y la aparecida en la portada del semanario francés en la que, junto al título Mahoma, desbordado por los integristas, se ve al profeta lamentarse: "Es duro ser amado por imbéciles". Las otras dos son la que representa a Mahoma con un turbante en forma de bomba con la mecha a punto de prender y la que pone en boca del profeta al acoger a kamikazes en el paraíso: "Parad, parad, que no hay más vírgenes".

Los abogados de los demandantes afirman que solo han actuado contra estas tres caricaturas porque su objetivo no es prohibir las blasfemias, sino denunciar la supuesta asimilación entre islam y terrorismo. Solicitan al tribunal 30.000 euros por daños y perjuicios y la publicación de extractos de la sentencia en Charlie Hebdo y otros cinco medios de comunicación.

Philippe Val, director del semanario, que considera el juicio un "proceso medieval", defendió el derecho a publicar caricaturas, aceptó que los dibujos puedan ser una crítica a la religión "como idea", pero precisó que su objetivo era atacar a los terroristas, no a los musulmanes. Uno de los abogados acusadores le replicó que si querían atacar a los terroristas por qué no habían elegido a Osama bin Laden o al mulá Omar en lugar de a Mahoma. Val contestó: "Mahoma solo es sagrado para los musulmanes. Si hubiera que respetar todos los tabús de todas las religiones, sería imposible".

Todas los partidos políticos franceses apoyan al semanario y algunos dirigentes han aceptado incluso intervenir en el juicio como testigos. Ayer lo hizo el primer secretario del Partido Socialista (PS), Fran§ois Hollande, y hoy, última jornada, testificará el candidato presidencial de la Unión por la Democracia Francesa (UDF), Fran§ois Bayrou.

En el juicio se produjo una sorpresa cuando uno de los abogados de Charlie Hebdo, Georges Kiejman, exministro con Fran§ois Mitterrand y amigo personal del expresidente, leyó ante el tribunal una carta al director del semanario en la que el firmante se solidarizaba con la revista y escribía que prefería "un exceso de caricatura a una ausencia de caricatura". La carta iba firmada por Nicolas Sarkozy y su eslógan electoral Juntos, todo es posible, lo que provocó las sonrisas de los asistentes. Sarkozy es uno de los políticos más atacados por Charlie Hebdo.

Absolución en Dinamarca Este es el segundo juicio. El primero, celebrado en Dinamarca contra los responsables del Jyllands- Posten, acabó en absolución. El tribunal de Aarhus sentenció el 26 de octubre que los dibujos no eran ofensivos para la comunidad musulmana.