El Tribunal Supremo de Libia confirmó hoy las penas de muerte para las cinco enfermeras búlgaras y el médico palestino considerados culpables de contagiar el virus del sida a más de 400 niños libios. Según la Radio Nacional búlgara, los condenados también deberán pagar una indemnización a las familias de los 438 niños contagiados, de los que 56 han fallecido.

El juicio de apelación comenzó el pasado 20 de junio, cuando el fiscal libio volvió a pedir la confirmación de las penas capitales. Las búlgaras, encarceladas desde hace más de ocho años, fueron condenadas, junto con un médico palestino, como culpables de contaminar deliberadamente con el virus del sida a 438 niños libios en el hospital pediátrico de Bengasi.

La primera sentencia fue dictada en 2004, revocada un año después y confirmada nuevamente en 2006, por lo que el Tribunal Supremo es ahora la última instancia judicial que puede pronunciarse sobre el caso. La Fundación Gadafi había comunicado ayer que se ha llegado a un acuerdo para compensar a las familias de los niños contagiados que han aceptado el compromiso, negociado mediante la fundación, con la Unión Europea (UE).