El escándalo de su relación con la becaria Monica Lewinsky fue como "vivir una pesadilla", asegura el expresidente demócrata Bill Clinton en Mi Vida, sus voluminosas memorias (975 páginas) que salieron ayer en EEUU. "Estaba avergonzado y quería ocultárselo a mi mujer y a mi hija", confiesa, sin detallar el "contacto íntimo inapropiado" con la joven, que casi acabó con su presidencia. Clinton sigue firme en que el asunto, aunque equivocado, no equivalió a "relaciones sexuales".

Confesar ante su esposa Hillary el 15 de agosto de 1998 fue duro. "Me miró como si la hubiera golpeado en el estómago, casi tan furiosa conmigo por la mentira de enero, como por lo que había hecho", narra. "Hillary y Chelsea apenas si me hablaban", añade recordando las vacaciones de aquel año. "Los dos primeros días me los pasé rogando que me perdonaran y planificando ataques contra Al Qaeda en Afganistán", añade. Expulsado por Hillary del lecho marital, fue relegado al sofá.